mi estadía en wilhelm fue estupenda. la habitación básica estaba limpia y los colchones eran cómodos. el desayuno era variado y ayudó mucho en este fantástico recorrido a pie por praga.

el wifi no funcionó bien a veces.

La ubicación tranquila y el acceso al transporte público son ideales para moverse por la ciudad sin problemas. Consideren usar la sauna para relajarse después de un día de turismo.

El hotel tiene un ambiente histórico encantador y el personal es multilingüe, lo que facilita la comunicación con los visitantes.

El acceso requiere subir muchas escaleras, lo que puede ser agotador después de un largo día explorando la ciudad.

Desayuno sencillo pero suficiente para empezar el día.

El acceso al hotel es complicado, ya que hay que subir una cantidad considerable de escalones, lo que puede ser un gran inconveniente después de un día explorando Praga. Además, el baño en nuestra habitación tenía un olor desagradable, lo que hizo la experiencia incómoda. Aunque la calefacción funcionaba bien, las almohadas eran incómodas y no permitieron un buen descanso durante la noche.

Ubicación tranquila y accesible.

Un rincón encantador en Praga

Despertar con una café humeante y el cálido servicio del personal fue un verdadero placer. La ubicación tranquila y accesible fue perfecta para explorar la ciudad.

Sin embargo, los escalones para acceder al hotel fueron un desafío después de un largo día recorriendo Praga. el desayuno podría mejorar un poco en calidad.

me esperaba algo especial, pero no hubo ningún gesto amable. el acceso al hotel fue agotador, ¡80 escalones! casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude, considerando estas incomodidades.

La habitación era pequeña pero

muy acogedora y estaba impecablemente limpia. La calefacción funcionaba bien para las noches frías y el desayuno era variado y delicioso. Sin embargo, el acceso al hotel por las escaleras puede ser un desafío después de un día largo explorando la ciudad.

La habitación era pequeña, pero la calefacción funcionaba perfectamente en la noche.

La habitación era cómoda y el desayuno tenía lo justo para comenzar el día con energía. Además, disfruté de la sauna y del baño turco, perfectos para relajarme después de un día de turismo. Las almohadas no eran las mejores, pero eso no arruinó mi experiencia.

Estuvimos un grupo de amigos y la pasamos genial. La ubicación es buena, solo a 10 minutos del centro en tranvía. Visitamos la Ruta Real y el Espejo Mágico, ¡fue divertidísimo! El desayuno era variado y nos ayudó a empezar bien el día. Sin duda, lo recomiendo.

Sin embargo, el acceso al hotel puede ser complicado porque hay que subir escaleras. Después de un largo día explorando, eso fue un poco agotador.

La habitación estaba limpia y la calefacción funcionaba perfectamente, lo que fue un alivio, especialmente en la noche. El desayuno ofrecía opciones variadas que, aunque no eran gourmet, estaban bien para empezar el día. La ubicación permitía un acceso fácil al tranvía 22, que te llevaba al centro en unos 10 minutos. La atención del personal fue buena, siempre listos para ayudar.

El acceso al hotel fue complicado debido a los más de 80 escalones que había que subir desde la parada del tranvía. Un día el wifi no funcionó bien, lo que fue un inconveniente para planear mis actividades. Además, el café del desayuno era bastante malo y la variedad no era suficiente para quienes tenemos necesidades dietéticas específicas.

El desayuno era bastante bueno y variado, con opciones que permiten empezar el día con energía. La atención del personal fue cálida y amable, lo que se agradece. Sin embargo, el acceso al hotel involucra subir muchas escaleras, lo cual puede resultar agotador después de un día de exploración. La cercanía a la parada de tranvía hace que moverse por la ciudad sea fácil, pero el aspecto del baño en la habitación dejó que desear, con un olor desagradable. En general, hay aspectos a mejorar para una mejor experiencia.